La mayoría de los salones de depilación ofrecen diversas técnicas de depilación permanente y temporaria, incluyendo depilación con cera, sugaring, laser y depilación con hilo. El tipo de técnica que elija y hasta dónde desee llegar dependerá de su paciencia y, en algunos casos, de su umbral del dolor. Como muchos otros tratamientos de belleza, la depilación puede volverse adictiva. ¿Por qué limitarse a las piernas, las axilas y la zona de las ingles si se pueden incluir las cejas, los dedos de los pies (¡sí, los dedos de los pies tienen pelos!) e incluso los brazos? Si lo desea, puede realizar una sesión de depilación corporal completa.
Como la depilación no es nada nuevo, las técnicas, los avances y la tecnología han progresado enormemente y son mucho más eficaces que antes. El ser humano comenzó a retirar el vello corporal en la Edad de Piedra. Actualmente, hombres y mujeres lo consideran como una elección personal. Las técnicas tradicionales como el sugaring y la depilación con hilo provienen de países con climas más cálidos.
Estos métodos se encuentran fácilmente disponibles, y son económicos, sencillos y eficaces. Además, dejan la piel lisa y sin vello durante un par de semanas. Los tratamientos como el láser, la electrolisis y la IPL, si bien son más caros, duran más tiempo y pueden reducir el vello de forma permanente si se sigue el programa recomendado. Aquí, la luz o la corriente eléctrica penetran en el folículo piloso, deteniendo el crecimiento del pelo desde la raíz. El número de sesiones necesarias para lograr una piel libre de vello para siempre dependerá del tipo de pelo. Generalmente, el vello oscuro ofrece mejores resultados.
Si es un hombre y está nervioso frente a la idea de su primera depilación, no se preocupe. Los salones reciben a los hombres con los brazos abiertos y saben hacerlos sentir relajados y cómodos. El vello corporal masculino es más grueso y más numeroso por naturaleza; por lo tanto, una depilación con cera, hilo o azúcar puede llevar un poco más de tiempo.