Las uñas dicen mucho sobre usted. Cortas o largas, cuadradas u ovaladas, postizas o naturales, dondequiera que vaya asegúrese de mantenerlas perfectamente brillantes visitando el bar o el salón de uñas más próximo. Hoy en día, el arreglo de las uñas forma parte de la rutina de belleza diaria, ya no se reserva únicamente para ocasiones especiales.
En todas partes existen bares de uñas. Obviamente, en la mayoría de las peluquerías y los salones de belleza puede seguir haciendo su manicura, pero el bar de uñas es el sitio ideal para un servicio especializado. Allí encontrará las últimas tendencias en nail art y la mayor variedad de colores. ¿Por qué limitarse a un puñado de tonos si puede variarlos en cada cita? Cada temporada, los bares de uñas actualizan su selección de colores con una paleta recién salida de la pasarela que abarca desde colores neutros a matices de moda experimentales. ¡Las posibilidades son infinitas!
Si nunca recibió un servicio de pintura profesional, quedará encantada. El nivel de precisión de las manicuras profesionales capacitadas es impresionante en comparación con el de una misma, aunque se tenga mucha experiencia. Las cutículas parecerán más prolijas, el esmalte más brillante y la forma de las uñas más pareja y más definida. Uno de los mejores tratamientos es la manicura francesa clásica, un estilo intemporal, casi imposible de hacer por sí misma. Así sea zurda o diestra, utilizando pincel o adhesivos, esas malditas puntas blancas representan una auténtica pesadilla, aún siendo una pintora confirmada.
Y el color no es lo único importante al visitar un bar de uñas. Existen diversos tipos de manicura o pedicura. Los geles, la goma laca y los acrílicos duran más tiempo que el esmalte de uñas convencional y disminuyen el riesgo de roturas y descascaramiento, apenas salida del salón. Pueden aplicarse tanto en los pies como en las manos o combinarse, dependiendo de la frecuencia de cambio del color.