Esta ha sido mi segunda visita a Casa Fika y aunque el sitio y el trato perfecto si quiero decir como cuestión constructiva que me pusieron un esmalte que estaba muy seco, por lo que el resultado de la manicura y pedicura no fue nada positivo. Se veía mucho grosor y poca uniformidad en el color al estar muy espeso el esmalte, agravado por el hecho de que era un tono claro. Con ese resultado me costará volver, pues a la semana me lo he tenido que quitar. Espero puedan mejorar este aspecto y no cometer este tipo de errores que son fáciles de prevenir.