Fui a hacerme una manicura normal, no semipermanente. Me hizo mucho daño al cortarme las cutículas porque la herramienta que usaba se veía muy usada y no la desinfectó antes de usarla. Acabó haciéndome sangre. A la hora de pintarme las uñas, ponía demasiado esmalte en las dos capas, cosa que hacía casi imposible que se seque. Se me estropearon 3 uñas mientras pintaba una mano a otra. Al final cuando volví a mi casa, me tuve que retirar todo el esmalte. Una perdida de tiempo y dinero.