Usan productos veganos que no cubren muy bien las canas como yo me esperaba. Me di cuenta al día siguiente al mirarme bien en el espejo. Pedí un corte de pelo y al final vi como la chica solo me cortaba el pelo en la zona de atrás sin tocar lo de delante. Se quedaron sin agua caliente a la hora de lavarme el pelo, con el frío que hace ahora. Me di cuenta de que no estaba bien el corte cuando me lo lavé y sequé yo misma en casa. Había mucha gente en el salón, aunque se supone que hay un límite, por el tema del Covid, de personas en espacios cerrados y siendo el salón tan pequeño. Demasiado ruido. Quizás fue por la fecha, pero no disfruto nada yendo a sitios tan ruidosos y menos cuando espero relajarme un poco. Usé la promoción que eran 40€ tinte raíz+corte, al final tuve que pedir para matizar y que me lo secara para ver bien el corte, por lo que pagué casi 80€ por todo. 20€ solo por secármelo y “peinarlo” siendo que lo tengo liso y corto por encima de los hombros. Siendo que ya fui a otros sitios que me hicieron lo mismo por unos 60€ más o menos.
Intenté mantener una conversación con la chica que me lo hizo, pero fue bastante fría y distante. Algo que no suelo encontrar en las otras peluquerías a dónde voy. No me gustó la experiencia y tengo mis motivos. Habré tenido mala suerte ese día, ya pensaré si vuelvo o si recomiendo ese sitio a mis amigas.