La 1.ª vez (nov. 2022) salí con una pequeña herida en la frente, ya que la peluquera sin querer me dio un golpe con el secador. Pensé que la 2.ª vez me iría bien. No quería gastarme más de lo que costaba un peinado normal, así que cuando me preguntó la chica si me echaba hidratación, dije que no. Contestó que era “obligatorio” al tener el pelo rizado, se lo comentó a su compi y estaban las dos como sin dar crédito. Me sentí rara y mal. Nunca me había pasado eso. Ella me atendió algo molesta.