Siempre comento lo bien que trabajan y lo a gusto que te hacen sentir desde que cruzas el quicio de la puerta pero nunca hablo del alma mater de Le Salón: Lara. Cercana, sencilla, encantadora y con una belleza descomunal. Cuando conoces a su madre, Almudena, te das cuenta de las maravillas de la genética :-). Ambas han hecho que pase un rato la mar de agradable hoy. Gracias siempre.