Nunca antes me habían hecho un corte curly, fui a Menta Agustín de Foxá por recomendación de un amiga que también tiene el cabello rizado. La experiencia es magnífica desde el primer minuto hasta el último. Mi estilista, Sara, es toda una experta que además sabe escuchar y aporta su visión de conjunto en base a lo que ve y lo que habla contigo. El corte fue atrevido y novedoso, un acierto. Se ha convertido en mi peluquera de referencia, volveré.