Local nuevo en una callecita con encanto en el centro de Madrid. Es un local precioso, los colores, la decoración,… te hacen transportarte a como si entraras en una tienda a pie de playa. Tienen de todo, de hasta cortarte el pelo, pasar por un tatuaje hasta comprar una camisa vintage. Fui a cortarme el pelo y es la segunda vez que compro una camisa vintage allí , y el trato es súper cercano y familiar. Una visita segura y con ganas de volver. Gracias equipo.