Personal agradable y lugar acogedor. Limpieza aceptable, aunque no ponen rollo de papel en toda la camilla, únicamente en la zona que vas a depilar, por lo que tienes que apoyar la cabeza donde todo el mundo sin ningún tipo de higiene. Lo peor es el servicio en sí, me dejaron literal la mitad de los pelos y la otra mitad en vez de arrancarlos los cortaron, a los 5 días ya me habían vuelto a salir. Realmente lamentable, ir a depilarse y volverse a casa con pelos...