Sigo la trayectoria profesional de Graci Andrade desde hace años.
Después de alguna mala experiencia con algo tan delicado como son las manos y los pies no dejo que nadie me los toque.
Muy eficientes los tratamientos faciales, sobre todo para las que pasamos de los 50 ¡¡hacen magia¡¡
La decoración es preciosa, la luz del local, la música, lo impecable de las instalaciones todo invita al relax.
Ademas Graci y su colaboradora son simpatiquisimas.
Un rato estupendo y sales estupenda¡¡