Hoy es Blue Monday, bienvenid@ al día más triste del año. Si al lunes le sumas el bajón emocional post-navideño, el frío y algunos propósitos que ya habrás dejado en el banquillo, lo tienes: un estado de ánimo con más nubes que sol, ¿verdad?
Dicho esto, no hay que dejarse abatir por la depresión de enero. Aquí tienes 5 ideas (muy simples) que te ayudarán a contrarrestar la tristeza del Blue Monday para mantenerte motivado. ¡Síguenos!
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1 Fija tus objetivos
Establecer objetivos es bueno para la motivación, pero intenta ser realista y no ponerte retos imposibles. Puede ser un objetivo profesional, de salud, un viaje o, simplemente, una pequeña misión a cumplir durante el día. ¿Por ejemplo? Beber 2 litros de agua (hoy) o terminar ese libro que lleva en la mesilla de noche desde las Navidades (del año pasado).
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2 Sé positiva
No es fácil deshacerse de los pensamientos negativos, lo sé, pero pasar de – a + comienza con la toma de conciencia. Durante el día, cuando te sientas un poco decaída, identifica claramente tu estado mental. A partir de ahí, puedes empezar a transformar esos pensamientos negativos en algo más ¿constructivo? Rodéate de gente positiva que sea capaz de motivarte y, por tu parte, cada vez que digas algo negativo intenta concluir con algo positivo: hoy puede ser un día agotador, pero al menos no llueve. ¡Empieza a ver el vaso medio lleno!
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3 Modo aviÓN
Mantener la mente activa es importante, pero no más que tomarte el tiempo que necesites para descansar. Haz pausas durante el día para recargar energía. Un paseo al aire libre, un café, una copa después del trabajo e incluso ¡una manicura! Eso sí, ¿un break con el móvil en la mano cuenta como break? Intenta activar el modo avión, por favor…
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4 Date un capricho
Sí, la vida suele estar más marcada por el deber que por el placer, pero nunca olvides darte un (merecido) capricho entre reuniones (así como acudir a tu cita en el gym). Para aumentar tus niveles de serotonina -la hormona del buen humor- tendrás que moverte y comer bien, pero siempre estará permitido un capricho de vez en cuando. Una llamada telefónica a tu mejor amigo, la versión XXL de tu café favorito, un baño caliente, una tarde de spa o una *laarga* noche de Netflix… Lo dicho, ¡date un capricho!
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5 Piensa en los demás
Pensar en tu propia felicidad es esencial, pero cuando te sientas triste, no subestimes la inyección de ánimo que puede suponer un gesto hacia los demás. Una cerve con un amigo, una llamada a tu abuelo, un gesto solidario hacia alguien necesitado… La sonrisa de los demás es contagiosa, no lo olvides.