Es verdad. Nos han enseñado cómo reciclar el envase plástico de los tomates que compramos semanalmente pero cortocircuitamos cuando se nos acaba (o caduca) la crema facial. Eso, por no hablar de las paletas de sombras. No sabemos cómo reciclar nuestros productos de belleza. Y es que, por un instante, echa un vistazo a tu tocador o hazle una visitilla exprés a tu cuarto de baño. ¿Qué ves? Me lo puedo imaginar: mucho producto al que no sabes cómo enfrentarte -en lo que a sostenibilidad se refiere.
Intentas, por todos los medios, llevar a cabo una rutina de belleza sostenible pero (para que te hagas una idea) según un estudio de Garnier, el 56% de las personas no recicla sus cosméticos. Sin embargo, el 90% sí sabe cómo reciclar todo cuanto existe en su cocina. ¿Qué está pasando? ¿Es que -acaso- la belleza no se recicla? Nada más lejos de la realidad. Tu versión sostenible está a un paso de convertirse en una beauty addict *hiper* verde. Concretamente, estás a un par de consejos, marcas y contenedores. Sígueme.
-Miryam
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1 Los que sí se reciclan
En líneas (muy) generales, podemos decir que los envases de vidrio, como los de las cremas o bases de maquillaje, van a ir siempre al contenedor verde mientras que los plásticos irán a su homónimo amarillo. Sin embargo, como ocurre con todos los colores, estos también tienen sus matices (y en este caso, son universales): antes de tirar cualquier envase, has de retirar tapones, tapas, dosificadores y pulverizadores. ¿Por qué? Pues porque, como aseguran desde Terracycle (empresa que tiene como mantra reciclar lo no reciclable), estos productos normalmente están fabricados con otros materiales y solo si los separamos podremos asegurarnos un reciclado correcto.
*Aviso para 'dubitantes': si desconoces de qué está hecho un producto, es mejor que lo eches al contenedor de restos (el gris). Así, las plantas de tratamiento podrán gestionarlos para devolverlos a su (nueva) vida.
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2 Reality check: los que no
'Heavy', pero cierto. Aparte de los (ya mencionados) tapones y pulverizadores, existen otros productos que (siendo optimistas) ahora mismo son complicados de reciclar. Por ejemplo, ¿qué hacemos con el cepillo de nuestra máscara de pestañas? Meh, no se recicla. Por tanto, al gris. ¿Y qué pasa con las brochas? Más de lo mismo, como ocurre con las paletas de sombras, etc que vengan con imanes o espejos incorporados. Ídem para las lacas de uñas que, si bien es cierto que se venden en frascos de cristal, su fórmula es tan tóxica que las hace no-reciclables. Same para cualquier otro frasco que traiga una etiqueta pegada.
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3 Dales una segunda vida
Además de intentar comprar de una forma más consciente, reutilizar será siempre la mejor opción para prolongar la vida de tus cosméticos. Basta con un simple viaje por Pinterest para encontrar ideas *mega* creativas sobre cómo reutilizar tus productos de belleza, desde jarrones ideales hechos a partir de tu perfume favorito hasta labiales convertidos en USB. Además, existen también iniciativas bonitas: ¿Sabías que el cepillo de tu rímmel es una herramienta perfecta para desinfectar y curar a algunos animales? La iniciativa, conocida como "Wands for life" es un ejemplo perfecto ( y a seguir) de reutilización.
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4 Y las marcas, ¿qué?
Afortunadamente, cada vez son más las firmas que se suben al tren de lo verde facilitándonos el reciclaje y la reutilización de nuestros cosméticos. Por ejemplo, en Reino Unido, Terracycle tiene programas junto a Garnier, Maybelline o Kiehl's a través de los que regalan productos a cambio de envases (ojalá pronto en España). En cuanto a las cuchillas, sí existe un acuerdo en nuestro país en colaboración con BIC para que puedas reciclar tus maquinillas de afeitar. Por su parte, The Body Shop, ya cuenta con estaciones de "refill" en algunas de sus tiendas españolas, al igual que L’Occitane (que, además, ha lanzado una campaña para que lleves tus envases vacíos y puedas canjearlos por Eco-cash). Miles de emojis aplaudiendo para todas estas marcas que empatizan con el mundo e intentan salvarlo. Como dicen desde Lush, "pasa de envases y apuesta por productos desnudos para evitar desperdicios".
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