Amiga, ya sea con cera, con láser o con cuchilla, es importante saber los do y don’ts que tienes que seguir a la hora de depilarte. Y es que evitar los pelos encarnados, las rojeces y las quemaduras (que tan poco gustan) es más fácil de lo que te imaginas.
Solo hay que tener en cuenta estos cuidados pre y postdepilatorios y podrás lucir una piel perfecta y suave como la seda nada más quitarte los pelos. ¿Preparada?
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1 Escoge tu método
Para las que lo aguantan todo, cera o maquinilla eléctrica. Para las que no están dispuestas a aguantar el más mínimo dolor, cuchilla. Para las que están hasta el gorro de depilarse, láser o IPL. Para cada tipo de persona hay un método de depilación. Así que escoge el que mejor te vaya y… ¡bye, bye, pelos!
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2 Antes de depilarte, prepárate bien
Tanto si vas a hacerte la cera, como si prefieres lanzarte a por la depilación definitiva, hay unas cuantas cosas que debes (o no debes) hacer antes de depilarte. Para empezar, es importante asegurarte de que no tengas irritaciones o heridas en las ingles y que, a ser posible, estén bien exfoliadas para evitar que el vello se enquiste. Otra regla de oro es que nunca debes tomar el sol ni aplicarte cremas justo antes de depilarte. En el caso de la cera, además, es importante que el vello sea suficientemente largo y, en el caso del láser o la luz pulsada, que no utilices sistemas de arranque del vello un mes antes de tu cita.
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3 Y después, mímate mucho
Una vez que la piel está depilada, es posible que la notes irritada, enrojecida o incluso un pelín inflamada. Para paliar esos molestos efectos postdepilatorios, te recomendamos que te apliques con un ligero masaje una crema sin químicos (¡somos fans del aloe vera!). De forma que la zona quede bien hidratada. El sol o los rayos UVA tampoco son aconsejables nada más depilarse, porque la piel necesita recuperarse y está especialmente sensible. Así que cuídala mucho y conseguirás que luzca espectacular en cuestión de horas.