Porque la vida es demasiado corta para llevar el mismo peinado. Y porque oye, ¿a quién no le apetece un cambio de look de vez en cuando? Si estabas pensando en cortarte el pelo pero a la hora de decidirte por el estilo, estás más perdido que un pulpo en un garage, no te preocupes, ¡tenemos exactamente lo que buscas!
Una guía con los cortes de pelo para hombre que encajan perfectamente con la forma de tu cara. Eso es, para convertir tu pelo en tu mejor aliado. ¿Preparado? ¡Apunta!
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1 La cresta mola... y lo sabes
Si tienes una cara ovalada o alargada, esta puede ser la mejor opción para ti. Y es que, lo creas o no, una cresta favorece muchísimo. Y si, además, la rematas con los laterales rapados, conseguirás un look de 10. No luches contra tus facciones, ¡y dale a tu cara el corte que necesita!
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2 ¿Barbilla con personalidad? No problem!
Si tienes la cara en forma de diamante, con una barbilla marcada y unos pómulos más suaves, opta por una melena larga y una barba bien poblada. Marcarás las facciones de tu cara y además, si apuestas por un look despeinado, harás que tu pelo acapare todas las miradas.
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3 ¡Viva las caras redondas!
Si tienes la cara redonda, lo mejor es realzar tus facciones con un corte largo. Prueba con un estilo asimétrico o con la raya marcada estilo retro, a lo Mad Men y eso sí, ¡nada de flequillos! La clave está en darle más longitud a tu rostro. Y para rematar, qué mejor que una barba con los lados cortitos y más larga por la zona de la barbilla. ¡Te quedará como anillo al dedo!
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4 ¿Rostro cuadrado?
Que no se diga que no tienes suerte, porque con esta cara, ¡te puedes permitir todos los tipos de corte! Eso sí, si quieres disimular un poco las facciones, métele caña al centro con mucho volumen. Luego rápate un poco los lados y añade un flequillo. ¡El estilo spiky está muy de moda!
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5 A todo volumen
Si tienes la cara triangular, tu apuesta debe ser el flequillo. Con él podrás disimular frente y darle más personalidad a tu barbilla. Atrévete con un corte pompadour o quiff: vamos, como el tupé de toda la vida, pero con un poco menos volumen. ¡No vaya a ser que te confundan con Elvis!