¿Has vuelto de tus vacaciones? ¿Vas de aquí para allá sin parar y no tienes ni un momento para ti misma? Amiga, eso se va a acabar. Y es que a aunque te cueste creerlo, seguro que tienes 30 minutos al día para desconectar y mimarte un poquito.
Porque hacer que te sientas mejor, olvidarse de todo ese estrés y dejar de ir con las prisas a todas partes es más fácil de lo que te imaginas. Y sí, todas estas cosas las puedes hacer incluso en la hora de la comida. ¡Y a disfrutar de la vida!
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1 Hacerte una pedicura
¿Un día duro? Imagina terminarlo con un masaje de pies y una pedicura, escogiendo el color que más te guste para ir a la última. ¿Y después? Ponerte unas sandalias e ir presumiendo de uñas de plan en plan. ¿Lo mejor? Que solo necesitarás 30 minutos y las uñas… ¡te durarán semanas!
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2 Darte un paseo por el parque
Oye, ¿sabes que? Que la hora de la comida da para mucho más que solo para comer. Como lo oyes. Sal a darte un paseo por el parque, habla por teléfono, vete a una heladería a comerte tu helado favorito. Incluso te da hasta tiempo de ir al gimnasio para una rápida sesión de 30 minutos. Tú decides. Lo importante es que si quieres, puedes hacer muchas más cosas que quedarte sentada en tu mesa delante del ordenador. ¡Y ya verás como te sentirás mucho mejor!
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3 Desestresarte con un masaje
¿El mejor remedio para cargar las pilas de nuevo al 100%? Un buen masaje. Y puedes hacértelo cuando quieras. Antes de ir al trabajo, a la hora de la comida, al salir… Tú decides el momento. Y ya verás como cuando salgas, eres una persona completamente nueva. Palabrita.
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4 Una cita contigo misma
¿Que vas con prisas? Pues párate. Piensa lo que te gustaría hacer. ¡Y hazlo! Que siempre tienes tiempo para ti. Mira tu serie favorita, escucha música, queda con tus amigos, lee un libro, incluso ponte a escribir. Haz lo que más te relaje y desconecta. ¡Que la vida está para disfrutarla! Haz que todos tus días sean únicos.