Lo sabemos. La cera no es lo que se diga el método más indoloro para depilarse. Si que es verdad que cuanto más te la haces, más te acostumbras y menos pelos te salen. Pero esa es la cosa, que hay que repetírsela cada cierto tiempo. Si quieres olvidarte para siempre del vello, la depilación facial eléctrica puede ser la clave para conseguirlo.
Así que si lo que quieres es decirle bye, bye (y hasta nunca) a esos pelillos y no volver a pensar en depilarte nunca más, estás en el lugar indicado.
-
1 1. Luz pulsada intensa (IPL)
En este tratamiento la protagonista es la luz, que consigue acabar con el pelo desde la raíz. Después de las primeras sesiones, el vello vuelve a salir, sí, pero cada vez lo hace más débil, hasta que pierde toda su fuerza y… ¡no sale nunca más! Aunque sea un tratamiento lento, la principal ventaja es que sirve para distintos tipos de piel y de vello. Ya seas rubia o tengas la piel morena, ¡la depilación IPL es para ti!
-
2 2. Láser
Es el sistema de depilación facial definitivo más utilizado y funciona prácticamente igual que la luz pulsada. Si tienes la piel clara y el vello oscuro, resulta ideal. Pero ¡alto! Está desaconsejado para personas de piel oscura o con el pelo canoso. Vale, es un poco más caro que la IPL, pero más rápido, ¡y ahorrarás tiempo!
-
3 3. Depilacion eléctrica
Es un procedimiento totalmente diferente a los anteriores. En este caso, se introduce en el folículo una finísima aguja estéril que emite una pequeña descarga eléctrica con el objetivo de acabar de una vez por todas con la raíz del pelo. A partir de ahí, la historia es la de siempre: el pelo va perdiendo fuerza según avanzan las sesiones hasta que acaba desapareciendo y tú gritas… "¡Hurra!". Los resultados te sorprenderán, ¡ya verás!