Pelo rizado, liso, ondulado, fino, encrespeado… Admitámoslo, ¡cada melena es un mundo! Y al igual que cada una luce diferente, cada tipo de pelo necesita también una serie de cuidados específicos. Que no es lo mismo darle una buena dosis de hidratación a un pelo seco que a uno graso, ¡oye!
Por eso es muy importante saber qué es lo que realmente necesita tu melena y sacarle el máximo provecho posible. ¡Para que luego no se diga que no la tienes bien cuidada!
-
1 Pelo rizado
¿En busca y captura del rizo perfecto? Tenemos lo que buscas. Y es que un pelo rizado luce en todo su esplendor si se le cuida bien del requetebien. ¿Cómo? Utilizando un champú especial y convirtiendo el acondicionador en tu mejor aliado. Recuerda, un pelo hidratado es un bonito pelo rizado. Y así tus rizos mantendrán su forma durante días y días. ¿Consejo? Hazte con un peine de púas y un difusor para tu secador. Et voilà! Tendrás unos rizos definidos allá donde vayas.
-
2 Pelo fino
Lo sabemos. Al pelo fino tan pronto se le quiere como tan pronto se le odia. Y es que a la hora de secarlo, todo son ventajas, unos minutillos ¡y listo! Pero cuando se quiere hacer un peinado más allá de la coleta alta, ¡ay madre mía! Pero oye, ¿sabes qué? ¡Que al pelo fino también se le puede sacar el máximo partido! Lo importante es cuidarlo bien y tenerlo hidratado. Y para darle volumen puedes secarte el pelo boca abajo, cortártelo a capas, darte reflejos y utilizar productos especiales. Además, hay un sinfín de peinados que pueden llenar de personalidad tu melena. ¡Y ya verás cómo amarás tu pelo más que nunca!
-
3 Pelo graso
La norma más importante para evitar tener el pelo graso es no tocártelo cada dos por tres. Una vez que hagas esto, ya verás como notas la diferencia. Y aparte, otros cuidados para este tipo de melena son utilizar champús especiales, ponerse acondicionador solo en las puntas, lavarse el pelo cada dos o tres días (nada de hacerlo cada día) y evitar una dieta poco healthy (o nada healthy) que puede hacer que tu pelo produzca más grasa de lo normal. Con estos simples truquillos, mantendrás tu pelo limpio durante mucho más tiempo. ¡Y eso del pelo graso será cosa del pasado!
-
4 Pelo seco
Si tienes el pelo seco, la respuesta es bastante fácil: hidratación, hidratación e hidratación. Y es que no hay nada como una buena dosis de acondicionador o un tratamiento hidratante o reparador para devolverle a tu pelo seco el brillo y la suavidad que necesita. ¿Los cuidados que deberías seguir? Lava solo tu pelo cuando lo necesite para no quitarle los aceites naturales que produce. Protégelo del sol en verano para que no se seque más de lo que ya lo tienes. La mascarilla se convertirá en tu mejor aliada, utilízada una vez a la semana. Y en cuanto al secador o la plancha, ten cuidado a la hora de utilizarlos. Si puedes evitarlos o al menos utilizar un protector de calor cada vez que lo hagas, mejor que mejor.
-
5 Pelo encrespado
Si tu pelo tiene constantemente esa apariencia de rebelde sin causa, como si acabara de salir (perdiendo) de una pelea con el viento, sí, lo cierto es que tienes el pelo encrespado. Pero oye, ¡solución hay! Y es que el pelo encrespado es más fácil de cuidar de lo que parece. Lo único que hay que hacer es mantenerlo hidratado todo el rato. Lo que significa que a la hora de lavarlo no puede faltar nunca el champú hidratante, acondicionador y a la hora de secarlo, siempre utiliza un protector de calor para que no se reseque. Y sí, como con el pelo graso, ¡nada de tocarlo! Sigue estos truquillos y ya verás como se le bajan los humos a tu pelo y luce mucho más tranquilo (y menos revolucionado). ?