Limpiar y exfoliar
Lo primero es lo primero, siempre límpiate la cara antes de empezar. Así eliminarás impurezas que se irán con un ligero frotamiento. Saltarse la limpieza significa que la suciedad y las células muertas de la piel pueden obstruir la maquinilla de afeitar y desafilar la hoja. Esto es un trucazo definitivo para las quemaduras de la maquinilla de afeitar, las heridas y los cortes. La exfoliación ayuda con los pelos enquistados también.
Prepara la piel
El mejor momento para afeitarse es después de la ducha. El calor del vapor hidrata la piel, abre los poros y suaviza los pelos, haciéndolos más fáciles de cortar y reduciendo la fricción contra la piel. Si no te duchas primero, usa una toalla caliente para crear el mismo efecto. Pasa una toalla pequeña bajo el agua caliente, escúrrela y mantenla sobre tu cara hasta que se enfríe. 3 minutos es el tiempo óptimo, así que probablemente tendrás que repetir los pasos unas cuantas veces.
Usa una cuchilla limpia y afilada
La irritación de la piel ocurrirá casi seguro si tu maquinilla de afeitar es vieja o sin filo, así que asegúrate de cambiar las hojas regularmente. ¿Con qué frecuencia? Bueno, aproximadamente cada 5 a 7 afeitados. Enjuagar la maquinilla de afeitar correctamente (después de cada golpe) ayuda a evitar que se desafilen de manera prematura. Si todavía tienes quemaduras, cambia a una con menos hojas. Si preparas la piel adecuadamente, las 3 hojas de afeitar suelen ser igual de eficaces (y causan menos tensión en la piel).
Utiliza siempre crema de afeitar (y prueba una brocha)
El mandamiento número uno del afeitado: nunca afeitarse en seco. La espuma de afeitar (también los geles y cremas) están específicamente diseñados para lubricar y reducir la fricción. Básicamente forman una barrera entre la cuchilla y la piel. Puntos extra si usas una brocha de afeitar. Aplica tu crema de afeitar con movimientos circulares para alejar los pelos de la piel y cubrirlos mejor con la crema.
Ligerito de manos
Si tu maquinilla de afeitar está limpia y afilada (hecho) y has preparado tu piel adecuadamente (hecho) entonces no es necesario que hagas mucha presión. Demasiada presión, o pasar por el mismo lugar demasiadas veces, causa irritación. Si necesitas afeitarte más de una vez, asegúrate de que siempre vuelves a aplicarte la crema de afeitar.
La rutina de después del afeitado
Enjuágate la cara para deshacerte de cualquier producto adicional y luego date con un poco de agua fría para cerrar los poros. Sécate con la toalla, sin frotar enérgicamente, y aplica un poco de bálsamo para después del afeitado para calmar y nutrir. Exfoliar cada dos días ayuda a mantener a raya los pelos encarnados.
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