Amiga, tenemos algo que decirte. Y es que no solo sirve con limpiarse la cara antes de irse a dormir para evitar que te salgan más granitos. La verdad es que hay un montón de cosas que hacemos en nuestro día a día que hacen que el rostro se llene de bacterías y, como resultado, aparezcan esos puntos negros y espinillas.
¡Pero que no cunda el pánico! Porque te traemos una lista con los hábitos que ensucian nuestra piel, y ya verás cómo solo con cambiarlos… ¡notarás la diferencia!
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1 Tener un sinfín de accesorios sucios
Y es que el móvil, los sombreros, las bufandas o incluso los auriculares también se llenan de bacterias a lo largo del día y, si no los limpiamos, toda esa suciedad se acaba pasando a nuestra cara. Lo ideal es limpiar todos estos accesorios con regularidad y desinfectar el móvil casi cada día. Piensa que todo lo que tocas al final acaba en la pantalla de tu teléfono y de ahí, en tu cara. Así que ya sabes, ¡mejor tenerlo todo limpito!
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2 No limpiar las brochas de maquillaje
Para que te hagas una idea, las brochas de maquillaje sucias pueden tener incluso más bacterias que un retrete. ¡Puag! Y no solo eso, sino que al acumular maquillaje, los pelos de las brochas se van endureciendo y al final estas acaban dañando tu piel cuando las usas. Por eso es muy importante limpiarlas a diario. ¿Cómo? Con jabón neutro y agua. ¡Et voilà! Tú solo tendrás que preocuparte de maquillarte como más te gusta.
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3 No usar crema hidratante
Muchas veces pensamos que la crema hidratante en la cara puede provocar más granitos de los que ya tenemos, al ser un producto aceitoso. ¡Pero eso no es verdad! De hecho, cuando no te la pones, lo único que consigues es que tu piel produzca más grasa para combatir la deshidratación, haciendo que los poros se obstruyan y, como resultado final, más espinillas. Así que no te olvides de hidratar tu cara a diario para conseguir alejar esos granitos.
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4 A la hora de dormir...
Ten en cuenta que por mucho que te laves la cara antes de dormir, si luego la apoyas sobre la funda de la almohada sucia, o sobre tu pelo que no has lavado en varios días, al final sigues haciendo que todas estas bacterias acaben en tu rostro mientras duermes. De ahí que a lo mejor te salgan más granitos por la frente o las mejillas. Lo mejor es lavar tu funda de la almohada cada semana y, si vas a dormir con el pelo sucio, tenerlo recogido. Ya verás como notas la diferencia.
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5 Exceso de maquillaje
Si tienes algún que otro granito, es normal que quieras taparlo con maquillaje. Pero hacerlo con polvos solo hace que las bacterias se te expandan por toda la cara y, con gruesas capas de maquillaje solo consigues que tu piel no transpire bien, obstruyendo los poros. ¿Lo mejor? Consulta a un maquillador profesional para que te aconseje la mejor manera de disimular tus granitos y, a la vez, de cuidar tu piel para prevenir el acné.
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6 Beber bebidas llenas de azúcar
También es importante cuidar lo que comes o bebes para evitar que tu cuerpo produzca más grasa de lo normal. Por ejemplo, un fin de semana lleno de cócteles (admitámoslo, todos hemos tenido uno), con bebidas llenas de azúcar y jarabes, al final hace que nuestra piel sufra los efectos, teniendo más granitos. Si tienes a la vista un finde de non-stop, reserva un tratamiento facial que te limpie en profundidad a la vuelta y ya verás como así no habrá granito que aparezca. Palabrita de Treatwell