“Creo que me lavo mal el pelo y dejo restos de champú”. ¿Te suena? A mí también. Y es que, todas -TODAS- y cada una de nosotras alardeamos de tener un 10 en teoría: champú (primero) y acondicionador (después). No hay más misterio. Creemos. Crees.
Así es como comenzamos siempre cada lavado y lo cierto es que ambos productos son indispensables. Las mascarillas, por su parte, proporcionan el cuidado ‘extra’ que necesita nuestra melena y con los nuevos acondicionadores sin aclarado, podemos pasar directamente al peinado, ¿verdad? Por tanto, estábamos en lo cierto y el orden viene a ser el siguente: champú-acondicionador-peinado. Pero… Un momento, ¿dónde iba la mascarilla? ¿Puedo usarla en lugar del acondicionador? Te pillé. Sin más dilaciones, respondemos a tus preguntas.
-Miryam
-
1 ¿Por dónde empezamos?
Por la cabeza. Y esto va totalmente en serio porque nos referimos a tu línea capilar. A menudo, el maquillaje en esta zona no se retira bien al desmaquillamos y puede ser que esto provoque la aparición de granitos. Ayúdate de movimientos circulares desde el nacimiento del pelo hasta las sienes y luego avanza hacia la nuca. Es *mega* importante que aclares bien esta zona.
-
2 1- Champú
Aunque te pueda parecer absurdo, encontrar un champú adecuado para tu tipo de cabello, es mucho más difícil de lo que crees: hidratante, puntas abiertas, extra volumen… Por ello, elige un champú en función de tu cuero cabelludo. Evita los ingredientes agresivos como parabenos o sulfatos y, en su lugar, opta por ingredientes naturales.
¿Tu cuero cabelludo es graso? Busca un champú de limpieza profunda. La grasa puede deberse a un lavado excesivo del pelo, pero también a la acumulación de productos. Emplea este champú *solo* cuando sea necesario. Es conocido por su fuerte acción limpiadora y podría eliminar la humedad del pelo, por lo que no es adecuado para usar a diario. Si, por el contrario, tu cuero cabelludo es seco, lo mejor es un buen champú hidratante. Mantendrá la humedad en tu pelo y lo dejará suave y liso. Además, podrás usarlo a diario.
-
3 ¿Qué se entiende por un 'buen lavado'?
Un lavado perfecto consiste en realizar movimientos circulares por el cuero cabelludo masajeando el champú en profundidad. Ejerciendo presión, pero no demasiada, y más rápido (para que te hagas una idea) que un masaje relajante.
-
4 2- Mascarilla
El champú y el acondicionador por sí solos no son suficientes, admitámoslo. De ahí la existencia de la mascarilla, una aliada polivalente: puntas abiertas, tintes y cabellos dañados por el sol. La mascarilla debe aplicarse siempre antes del acondicionador y directamente después del champú. ¿La razón? Que el champú "abre" el folículo piloso y así los ingredientes acondicionadores pueden ser mejor absorbidos.
-
5 3- Acondicionador
Al igual que el champú, el acondicionador adecuado puede ser el responsable de un 'good hair day'. Por tanto, elige un suavizante que se adapte a la textura de tu pelo.
Pelo fino: necesitas un acondicionador a base de gel. Esto proporcionará suficiente hidratación sin apelmazar tu melena.
Pelo seco: uno que esté formulado a base de crema será lo mejor para ti ya que aportará más brillo y suavidad.
Melenas dañadas: si tu pelo está especialmente dañado, busca acondicionadores reparadores y antiencrespamiento. Notarás la diferencia.
-
6 ¿Doble lavado?
Son muchas las celebrities que apuestan por lavar dos veces su melena para conseguir un efecto suave y sedoso (post-secado). Es más, está comprobado que el segundo lavado es el que de verdad profundiza, ya que la primera vez está considerada una limpieza 'externa' de la suciedad. Por tanto, es probable que con la rutina doble notes cómo generas más espuma durante el segundo lavado, aunque todo siempre depende del tipo de pelo que tengas.
-
7 ¿Cómo se aplica el acondicionador?
Interioriza esto: "Nunca en la raíz, siempre de medios a puntas". Posteriormente, se deja actuar durante unos minutos y luego se procede al aclarado. El acondicionador debe aplicarse siempre con las yemas de los dedos, pero puede distribuirse con la ayuda de un peine.
-
8 Paso 4: Toalla
Seguro que has oído hablar de las toallas de microfibra ¿verdad? Esos pequeños turbantes que siempre ves pero nunca te atreves a comprar -lee bien- podrían ser tus mejores aliados para conseguir un pelo sano, fuerte y brillante. ¿Por qué? Básicamente, porque el pelo es más débil cuando está húmedo (tiene más facilidad para romperse) y teniendo en cuenta que absorben la humedad hasta nueve veces más que una toalla de algodón, reducen el tiempo de secado *y del secador.
-
9 5- Acondicionador sin aclarado
Desde cremas y lociones aterciopeladas hasta sprays y aceites, existe gran variedad de acondicionadores sin aclarado en el mercado. Aplica una porción de acondicionador del tamaño de una avellana una vez que hayas retirado la humedad con la toalla y -a continuación- desenreda y péinate como de costumbre.
Para cabellos secos y dañados, opta por combinar un aceite seguido de un sérum. Si tu pelo es graso, cuanto menos producto, mejor. Unas gotas de aceite de argán serán suficientes para darle a tu melena un aspecto saludable.
Y hasta aquí tu (nueva) rutina capilar. Si tienes alguna duda y no sabes cuáles son los mejores productos para tu pelo… No lo dudes, consulta con un profesional.
Con Treatwell, puedes reservar tus tratamientos de belleza online en tus salones favoritos, de forma sencilla, rápida y en un abrir y cerrar de ojos. Descubre salones cerca de ti.