Tú, sí sí, tú. ¿Eres de los que leen manicura y hombre en una misma frase y echa a correr? Este post es para ti. Porque vamos a darte razones para que quieras probarlo al final de la lectura.
Y no. No te estamos diciendo que salgas del salón con las uñas rojas o llenas de purpurina. (Que oye, si quieres, te apoyamos al 100%). Hablamos de mantener tus manos sanas y cuidadas. ¿Cosa de mujeres? Eso ya quedó atrás… ¡Manicura para todos, amigo!
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1 ¿En qué te ayudará hacerte la manicura?
Tener unas manos más cuidadas es tanto un tema de salud como de estilo. De salud porque tener las manos ásperas, unas uñas mal cortadas o las pieles – aka padrastros – mordidas, solo te va a generar problemas a la larga. Cuídalas y verás como en cuestión de estilo, marcará la diferencia. Las manos son el espejo del alma, amigo.
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2 ¿Es diferente para hombres que para mujeres?
Sí, pero solo con ligeras diferencias. La manicura femenina suele acabar con un esmaltado de color, o incluso con decoración y brilli brilli. A no ser que lo pidas expresamente, no te preocupes que no te van a pintar las uñas de azul. Normalmente las manicuras masculinas acaban con una capa de aceite o parafina. Otra diferencia puede ser en los productos que se usan, ya que en algunos salones utilizan productos específicos para hombres.
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3 Pero, ¿en qué consiste exactamente?
¿Te suena a chino? No te preocupes. Es más sencillo de lo que parece. Primero te cortarán y limarán las uñas. Segundo paso: retirada de cutículas (las pieles de alrededor de las uñas). Y por último un súper agradable masaje de manos que no querrás que acabe nunca. Los productos que te aplican suelen también exfoliar la piel e hidratarla para que tus manos queden más suaves. En cada salón puede variar ligeramente el procedimiento, pero esto va a ser lo que te encuentres en la mayoría de casos.
¿Suena mejor de lo que pensabas? Pruébalo y ¡que le den a los prejuicios!