Amigo, tanto si te apetece una dosis de energía como si lo que necesitas es aliviar el estrés, un masaje chino es exactamente lo que te está pidiendo el body. Y es que esta terapia te ayudará a revitalizar tu cuerpo, impulsando la circulación hacia varios puntos de presión para equilibrar tu energía vital.
Vale, puede que las técnicas utilizadas te resulten chocantes, ya que consisten en presionar, pellizar o frotar. Pero te aseguramos que, aparte de que lo disfrutarás, tu cuerpo saldrá de cada sesión como nuevo. ¡Palabrita!
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1 Estirar
Normalmente, el terapeuta empezará la sesión con esta técnica para calentar tus músculos y relajarte a fondo antes de ponerse manos a la obra. Así, tu cuerpo estará listo para recibir esa dosis de energía y mandar a paseo al estrés.
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2 Presionar
Los masajes chinos estimulan diferentes partes del cuerpo al centrarse en determinados puntos de acupresión. Esto puede contribuir a aliviar la tensión y el dolor, equilibrar la energía y el flujo sanguíneo, y mejorar el sistema de reparación del propio cuerpo. Y sí, esto implica una presión bastante contundente. Incluso efectos acústicos como golpecitos, toques, palmadas…
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3 Pellizcar
Está bien. A lo mejor a la hora de hacerte un masaje no es pellizar lo que se te pasa por la cabeza precisamente. Pero créenos, cuando lo haga tu terapeuta, estrujando ligeramente tu piel, estimulará tu cuerpo y lo calmará, consiguiendo el equilibrio perfecto.
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4 Frotar
Con esta técnica, tu terapeuta aplicará calor en tu cuerpo, utilizando sus manos. Con pequeños movimientos circulares sobre la piel para mejorar la circulación sanguínea.
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5 Vibrar
¡El final apoteósico! Normalmente, los masajes chinos utilizan la vibración al final para liberar energía atrapada. Y así, se alivia cualquier tensión que se ha escapado durante el proceso anterior con los pellizcos. Tu cuerpo saldrá de la sesión como nuevo. Con una calma absoluta y sin nada de tensión encima. Qué dices, ¿te animas a probarlo?