Bajo la premisa de conseguir unas pestañas más largas, podemos decir que lo hemos visto (casi) todo: desde quienes se aplican vaselina (o aceite de oliva) como si de rímel se tratase, hasta los que masajean la línea interior de sus pestañas para fortalecerlas lo máximo posible. Existen mil métodos que prometen unas pestañas más largas y rizadas (sin tener que recurrir a las extensiones), pero si has probado todo cuanto deambula en la red y nada ha funcionado, estás en el sitio correcto. Hay (muchas más) alternativas que prometen mejores resultados…
-Miryam
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1 Dales el cuidado que merecen
Tus pestañas, al igual que el resto del cuerpo, necesitan el cuidado adecuado para estar siempre sanas y fuertes. Lo más importante es que las trates con cuidado: elige siempre un desmaquillante suave que sea poco agresivo o un aceite que elimine eficazmente los restos de maquillaje (y de suciedad). Si usas rímel todos los días y notas que tus pestañas están más débiles o que no crecen, intententa reducir su uso lo máximo posible. Alternativamente, opta por una máscara de pestañas que sea nutritiva (con aceites, vitaminas, etc). Es más, si eres adicta al waterproof, igual es el momento de cambiar tus preferencias: con un rímel no impermeable perderás menos pestañas al desmaquillarte. Por último, trata de usar el rizador lo estrictamente necesario y jamás tires de tus pestañas mientras las rizas.
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2 Invierte en un (buen) sérum
Por si no lo sabías, el sérum puede hacer maravillas con tus pestañas (habla la voz de la experiencia), pero es de vital importancia que elijas uno cero agresivo para evitar la (temida) irritación. Antes de caer en la compra compulsiva, haz una buena investigación de mercado. Por ejemplo, los que contienen bimatoprost, mantienen los folículos de las pestañas en la fase de crecimiento (por lo que podemos decir que *sí* funcionan), pero pueden causar irritación, enrojecimiento e incluso decoloración. Sin ánimo de asustarte: presta mucha atención a los ingredientes.
Una vez que hayas encontrado el sérum perfecto para ti, aplícalo a diario y asegúrate de tener siempre limpia la línea de tus pestañas antes de proceder. Pueden pasar varias semanas antes de que empieces a ver resultados reales, así que ten paciencia. Y recuerda, si sufres algún tipo de irritación, enrojecimiento, ardor o picor, deja de usarlo inmediatamente y ponte en manos de tu dermatólogo de confianza.
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3 Probando, probando: aceite de coco y aceite de ricino
Si crees que el sérum no es para ti o si piensas que puede causarte algún tipo de irritación, existen ciertos remedios naturales. Aunque todavía no hay evidencia de que el aceite de ricino o el aceite de coco tengan propiedades 'alargadoras' para tus pestañas, lo cierto es que este método está ganando adeptos debido a sus múltiples beneficios: ambos aceites son estupendos para hidratar y nutrir las pestañas frágiles y débiles. Esto les otorga mayor flexibilidad y las hace menos propensas a romperse, lo que se traduce en unas pestañas más largas y sanas a largo plazo.
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4 ¿Qué tal un lifting de pestañas?
Siendo sinceras, donde esté un buen lifting de pestañas, que se quite todo lo demás. Nos encanta este tratamiento por un millón de razones, pero principalmente porque resuelve en cero coma nuestra obsesión por conseguir unas pestañas más largas. El lifting riza, eleva y tiñe tus pestañas naturales, por lo que consigue que se vean el doble de largas -especialmente si tus pestañas no tienen mucha curva, naturalmente hablando.
¿Lo mejor? Que no necesitarás rímel por un periodo de hasta seis semanas, lo que significa que tus pestañas obtendrán un *merecido* descanso del maquillaje y que tendrán el tiempo que necesitan para recuperarse y crecer más sanas y fuertes. Todo ventajas, como puedes ver.