Me declaro una beauty-tester. Es verdad, soy el prototipo de persona a la que le encanta probar cosas nuevas, y más si son tratamientos faciales. Por eso, cuando oí hablar del dermaplaning, me puse manos a la obra. En líneas generales, es el tratamiento que exfolia la superficie de la piel con un bisturí para eliminar células muertas y el vello fino de la cara. Obviamente, al leer eso, me vine arriba. Tanto, que reservé una sesión a través de la app de Treatwell. Así de impulsiva soy, qué le vamos a hacer… Esto es lo que me hubiera gustado saber antes de mi primera cita:
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1 Es indoloro
La verdad es que me había preparado a mí misma para, lo que podría ser, una hora un tanto 'incómoda'. Ya sabéis que la palabra 'bisturí' puede dar bastante miedito. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. ¿La sensación? Es como afeitarse las piernas con cuchilla, ni más ni menos. Eso sí, la piel puede resultar un poco más seca según termina la sesión, tenlo en cuenta.
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2 Los resultados no son inmediatos
Como siempre, los resultados dependerán del tipo de piel. En mi caso, tardé dos días en notarlos. Nada más salir del salón, mi piel estaba un tanto roja y bastante sensible, como si me hubiera quemado con el sol. No te asustes, el dermaplaning puede secar (ligeramente) la piel al principio, pero bastará con que te asegures de usar bien de crema hidratante.
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3 El maquillaje queda 1000 veces mejor
Os los aseguro: una vez que mi piel se recuperó del tratamiento, la textura ultra suave que conseguí como resultado hizo que mi cara se convirtiera en el lugar preferido para cualquier maquillaje. La BB cream y el corrector fueron lo único que necesité para conseguir una tez más brillante puesto que, en cuanto a textura, mi piel estaba mejor que nunca. Ni en mis mejores sueños, vamos.
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4 Protección solar, imprescindible
Después de una sesión de dermaplaning, el protector solar es importantísimo para proteger nuestras células (ahora expuestas al aire libre y a los rayos UV). No quiero sonar reiterativa, pero nunca está de más repetir que la crema con protección tiene que formar parte de tu rutina diaria. Siempre. Hasta en los meses más fríos (y obviamente en verano, por mucho que quieras ponerte morena más rápido). Es una forma eficaz de proteger la piel y de retrasar su envejecimiento.
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5 El pelo no crecerá más grueso
El bisturí que se emplea para exfoliar, raspa las células muertas de la piel y elimina el vello fino de la cara. Hasta ahí, me informé (súper) bien. ¿Mi miedo? Acabar con entrecejo o que pudiera salirme algo de 'barbita'. No os riáis, que ya sabéis lo que dice la leyenda: "si nos afeitamos, el pelo crece más grueso y más oscuro". Sin embargo, ese no es el caso del dermaplaning, os lo prometo. Puede que notéis un tacto diferente, pero el vello que se 'raspa' es tan suave y fino que no crecerá como lo hace el pelo de las piernas, por ejemplo.