Está bien. Así a primeras, puede que el microblading te suene a chino. ¿Micro… qué? Pero oye, nada como una buena guía del principante para entender en qué consiste esta técnica. ¿Un resumen rápido? Consiste básicamente en rellenar con tinte tus cejas, como si de un tatuaje se tratara, pero utilizando una aguja para hacer los trazos pelo por pelo.
¿El resultado? Unas cejas de lo más naturales: pobladas, con volumen y totalmente definidas. Y lo mejor es que pueden llegar a durar hasta… ¡un año!
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1 ¿En qué consiste?
El microblading es una técnica que se utiliza para darle más definición y volumen a tus cejas. ¿Cómo? Primero, se dibuja la forma que quieras tener, después se aplica el tinte, y entonces, se van dibujando pequeños trazos con una aguja, pelo a pelo, para hacer que el tinte penetre en la piel. Este proceso dura alrededor de unas dos horas. Si tienes curiosidad por saber cómo es exactamente el paso a paso, tienes todos los detalles aquí.
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2 Pero... ¿duele?
Como todo, depende de tu umbral de dolor. Pero a la hora de hacerte el microblading, tu terapeuta te pondrá previamente una crema anéstésica para que no sientas el más mínimo dolor. Obviamente algo notarás, pero será más bien una sensación como si te estuvieran rascando las cejas. ¡Nada que no se pueda aguantar!
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3 ¿Cuánto dura el resultado?
Después de la primera sesión, el cuerpo rechaza alrededor de un 60% del pigmento y el color se va desvaneciendo. Por eso, es recomendable volver a repetir el proceso seis semanas más tarde. Entonces, el resultado puede llegar a durar hasta 18 meses. ¿Cómo conseguir que te dure lo máximo posible? Protegiendo tus cejas del sol y teniendo más cuidado con los peelings o exfoliantes de cara, ya que pueden ir quitando el tinte. ¡Et voilà! Lucirás unas cejas de cine allá donde vayas. ¿Te animas a probarlo?