Ay, la playita… No hay nada como desconectar con una pequeña escapada a la playa, ¿verdad? Nuestra mejor amiga para unos días de relax pero la peor enemiga de tu pedicura. Lo sabemos, no es ningún drama. Pero si quieres lucir esas uñas veraniegas sin preocuparte de que la arena acabe con ellas, ¡tenemos la solución!
Y es que no hay nada que una pedicura semipermanente no pueda arreglar. Tu preocúpate solo de tumbarte al sol y disfrutar de esos paseitos por la playa. ¡A lucir pies!
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1 ¿Qué es la pedicura semipermanente?
Como podrás suponer, la pedicura semipermanente es igual que la manicura semipermanente pero para los pies. La diferencia básica con la pedicura normal es que el esmalte te durará perfecto durante dos semanas. Y eso significa que ¡ni la arena podrá con tus uñas! Y en cuanto al procedimiento, también es parecido. Simplemente se utiliza un esmalte especial para este tipo de pedicuras, y te secarán las uñas en una lámpara de luz ultravioleta. ¡Et voilà! Ready para la playa.
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2 ¿Es mejor que una pedicura normal?
Depende, de qué depende… de según cómo se mire todo depende. Y sí amiga, esto también. Y es que depende de lo que busques será mejor que te decantes por una o por la otra. Eso sí, si quieres que los resultados te duren más tiempo, ¡la pedicura semipermanente es exactamente lo que estás buscando! Está hecha para aguantar de todo: sol, arena, mar.. Y además, como en verano sueles ir en sandalias, el gel te ayudará a proteger tus uñas naturales, evitando que se rompan o se debiliten con alguna de tus muchas aventuras veraniegas. ¡Y a disfrutar de las vacaciones!
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3 ¿Cuánto tiempo dura?
La pedicura semipermanente suele durar alrededor de unas dos semanas. Aunque si no le das mucho trote a tus pies, te puede llegar a durar hasta 4 semanas. Incluso puedes conseguir alargar su duración siguiendo nuestros consejos (¡de nada!).
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4 ¿Y cómo se quita?
Como con la manicura semipermanente, este tipo de pedicura se quita utilizando acetona y algodoncillos. El proceso es fácil: se deja actuar los algodoncillos empapados en acetona sobre las uñas y de ahí se quita el esmalte utilizando un palito de naranjo. Y… ¡Tachán! Uñas naturales de nuevo a la vista. ¿Te animas a probarlo?