Todos tenemos problemas de piel. Si no es acné son bolsas y si no, arrugas o eczemas, ¿verdad? Al hablar de belleza, la salud de nuestra piel debería ser una de nuestras principales prioridades ya que es la primera en mostrar los signos del tiempo y de nuestro ritmo de vida. Dicho esto, la genética, la edad, el estilo de vida, el clima y demás factores externos, atacan nuestra piel a diario y provocan problemas cutáneos de los que podríamos prescindir.
Granos, cicatrices, rojeces… Reconozcamos que nos molestan, que no son nuestro sueño estético y que resultan incómodos cuando causan irritación, dolor o dificultad a la hora de aplicar el maquillaje.
Sin embargo, para cada problema, hay una solución: aquí tienes 8 tratamientos (específicos) para conseguir una piel lisa, suave y uniforme. ¿Me sigues?
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1 EspinillasLos brotes de acné, los desequilibrios hormonales, la dieta, el exceso de alcohol, la piel grasa o seca…Los granos aparecen a menudo y sin previo aviso, ¿verdad?
En casa: confía en el ácido salicílico, un principio activo con propiedades antibacterianas y astringentes que potencia la renovación celular y evita la obstrucción de los poros, la causa de los (temidos) granos. También ayuda a restaurar una tez radiante y a alisar la superficie de la piel.
En el salón: un peeling en tu centro de confianza purificará la piel dándole un aspecto más saludable, mientras que los tratamientos faciales con LED consiguen resultados excepcionales eliminando espinillas y acné.
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2 Cicatrices
Causadas por el acné de la pubertad, la sobreproducción de colágeno o por alguna posible infección, las cicatrices de la piel suponen un obstáculo si lo que buscamos es una piel impecable. Si, por el contrario, estás más que contenta con las tuyas (a algunas cicatrices se les coge cariño, doy fe), sáltate este punto y ve directamente al siguente.
En casa: el ácido glicólico ayuda a reducir las cicatrices gracias a su acción exfoliante. Suave pero *mega* eficaz.
En el salón de belleza: microneedling es lo que necesitas. Este tratamiento utiliza microagujas para la inducción del colágeno, dejando la piel más lisa, reduciendo las cicatrices y combatiendo el envejecimiento. Las células epidérmicas entran en modo "autocurativo", impulsando su renovación celular y dando paso a una piel más suave (y a un cutis resplandeciente).
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3 Manchas y enrojecimiento
Las rojeces y la hiperpigmentación pueden ser un auténtico calvario -sobre todo para las pieles sensibles- y más en invierno, ¿verdad?
En casa: utiliza niacinamida, un potente antioxidante y antiinflamatorio que neutraliza los radicales libres, protege la piel y reduce las rojeces (incluso los eczemas), lo que se traduce en una textura *mucho* más suave y fina.
En el salón: prueba la microdermoabrasión, un tratamiento facial no invasivo que exfolia la superficie de la epidermis con pequeños cristales que desprenden las células muertas de la piel. Su eficacia sobre las manchas de hiperpigmentación está probada -y aprobada.
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4 Arrugas y líneas de expresión
Son inevitables al ser una señal del paso del tiempo. Son nuestras y, por tanto, son bellas historias de vida, pero para las que quieran reducirlas, hay soluciones…
En casa: el retinol es EL ingrediente milagroso para retrasar los signos de la edad. Favorece la renovación celular, combate el envejecimiento cutáneo, ayuda a recuperar la suavidad de la piel y reduce visiblemente arrugas y líneas de expresión.
En el salón: dermaplaning. Este tratamiento facial 'raspa' la superficie de la piel con un bisturí para eliminar las células muertas y, además, las arrugas menos pronunciadas. Como alternativa, un tratamiento facial antienvejecimiento puede estimular el flujo sanguíneo y la producción de colágeno al tiempo que relaja las líneas de expresión.
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5 Poros dilatados
Más visibles en pieles grasas, los poros dilatados causan dos problemas principales: a) que son visibles (incluso con maquillaje) y b) que provocan la aparición de granos.
En casa: nos centraremos en la exfoliación facial una vez a la semana. La niacinamida y el ácido glicólico son también los productos perfectos para liberar los poros obstruidos y estimular la renovación celular.
En el salón de belleza: un tratamiento facial purificador limpiará la piel y eliminará los puntos negros. Los poros se limpian TAN a fondo que parecen más pequeños e invisibles durante bastante tiempo.
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6 Piel seca
La falta de hidratación en la piel puede provocar la aparición de eczemas y otras molestias. Textura irregular, maquillaje imposible de aplicar, picor, aspereza… Sólo hay una solución: la hidratación.
En casa: recuerda beber mucha agua a lo largo del día. La piel seca tiene la particularidad de liberar agua más rápidamente, por lo que deberás emplear ácido hialurónico para mantener tu piel hidratada.
En el salón: los niveles de hidratación se potencian con una o varias sesiones de radiofrecuencia, un tratamiento clínico que emite ondas de calor que penetran en las capas profundas de la epidermis. ¿Los resultados? Piel suave, lisa, uniforme y radiante.
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7 Hinchazón
Ay, ¡las temidas bolsas cada mañana! Causadas por la falta de sueño, la dieta, la genética, la mala circulación o unas cuantas 'copillas' de más, lo cierto es que podemos controlarlas con un poco de mantenimiento (y mucho amor).
En casa: combinado un buen contorno de ojos a base de cafeína con el rodillo de jade o el Gua Sha, podremos deshacernos de las bolsas y la hinchazón.
En el salón: un masaje facial. El objetivo es drenar los fluidos que causan la hinchazón, y un masaje profesional estimulará la circulación mientras reafirma la piel.
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8 Brillos
Otro inconveniente de la piel grasa es la sobreproducción de sebo que provoca brillos en la piel, sobre todo en la zona T (frente, nariz, barbilla).
En casa: sigue una rigurosa rutina facial específicamente formulada para la piel grasa y súmale una mascarilla de arcilla para absorber el exceso de grasa natural. En cuanto al maquillaje, opta por bases y polvos matificantes.
En el salón: un tratamiento facial para pieles jóvenes es la solución ideal para reequilibrar la producción de sebo y reducir los brillos.
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