Te miras en el espejo y ¡oh no, grano a la vista! Vale, no es algo que nadie espere con los brazos abiertos. Pero que no cunda el pánico, ¡no es el fin del mundo! Tener un granito es de lo más humano. ¡Anda que no nos ha pasado a todos alguna vez!
Por eso no hay que desesperar. Es decir: no hay que estar delante del espejo mirándolo cada dos por tres (que no va a desaparecer por arte de magia), o caer en el grave error de tocárselo (las consecuencias son peores, créenos). Hay que ceptarlo (como lo oyes). Porque al final es tan pequeñito que si lo dejas tal y como está la gente ni se dará cuenta. ¿Y ahora qué? Muy fácil: a seguir estos pasos.
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1 Primer paso: Aceptarlo
Vale. No estamos diciendo que le des la bienvenida con fuegos artificales. Pero oye, tampoco hay que preocuparse porque te salga un granito. Que ya ves tú, ¡no pasa nada! Y es que a veces créemos que es más grande de lo que realmente es. Un granito apenas se ve y si no lo tocas, a los pocos días desaparece. Así que si ves que te sale uno nuevo, a aceptarlo y a seguir haciendo tu vida. ¡Que está para disfrutarla!
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2 Segundo paso: limpiarlo
¿Ya has dejado de mirarlo con la misma intensidad con la que ves el último capítulo de tu serie favorita? Bien, primer paso superado. Ahora lo importante es limpiarlo bien. Al final un granito no es otra cosa que la acumulación de grasa en un poro obstruido. ¿Solución? Limpiar el poro y eliminar la grasa. Pero… ¿cómo? Con un peeling facial. ¿Y ese granito? ¡Desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos!
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3 Tercer paso: no tocártelo
Créenos: la cicatriz tardará más en irse que el propio granito. No te lo toques y te lo infectes aun más (recuerda, al tocártelo puedes ensuciarlo con las bacterías acumuladas en tus dedos). ¿Lo mejor? Dejar que desaparezca por sí solo. Un granito tarda en irse entre unos 2 y 7 días. Espera. ¿Y en cuanto a los remedios caseros? ¡Olvídate! Nada de pasta de dientes en el granito, que te puede resecar la piel.
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4 Cuarto paso: Evitarlo
La verdad es que hay un montón de hábitos que hacen que nos salgan granitos (y no lo sabemos). Como maquillarse con las brochas sucias, no usar crema hidratante cada día o abusar de una dieta rica en azúcar. Lo mejor es limpiarse la cara todos los días, hidratarla para que no genere más grasas de lo normal, cambiar la funda de la almohada cada semana y hacerse una limpieza facial cada cierto tiempo para eliminar la suciedad acumulada. Ya verás como así apenas te salen granitos. Palabrita. Y oye, pues los que te salgan… ¡No pasa nada!