Tienes grandes estilistas y terapeutas, productos de calidad y unos cactus monísimos… Pero las reservas de clientes habituales escasean. Antes de ponerte a renovar el salón entero, medita sobre estos seis errores que puedes estar cometiendo sin darte cuenta.
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1 No te acuerdas de sus nombres
A los clientes les encanta que los saludes de forma personalizada, es decir, por su nombre. Acostúmbrate a echar un vistazo rápido a las citas del día para memorizar sus nombres; así conseguirás que se sientan cómodos en cuanto entren por la puerta. Si gestionas tu salón en Treatwell, puedes añadir notas sobre la clientela. De este modo, te acordarás de todos los detalles cuando te visiten de nuevo. Porque lo harán.
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2 El salón se ve descuidado
La primera impresión es la que cuenta. Si tu salón está manga por hombro, puede influir en las expectativas que los clientes tienen sobre los tratamientos. Tenlo todo ordenado para crear un entorno tranquilo (que es lo que todos buscamos cuando hacemos una escapada al salón). Tira los productos ya utilizados y haz un hueco diario en la agenda para dar un repaso de limpieza.
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3 Hablas todo el tiempo
Como acabamos de comentar, algunos clientes van al salón buscando "un tiempo para sí mismos" y no les apetece soportar una cháchara interminable. Deja que desconecten, si es lo que les apetece, y que ellos marquen el ritmo de la visita. Valora si quieren hablar o no. ¿Toca silencio? Tómatelo también como un descanso para ti.
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4 No dices ni mu
Por supuesto, no se trata de tener la boca cerrada todo el rato. Es importante que le expliques al cliente el tratamiento que estás llevando a cabo, porque algunos pueden ser tímidos y no atreverse a decirte que ese no es el corte de pelo que han pedido. Lo ideal es que conozcan todo el proceso tan bien como tú.
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5 Vas con retraso
Ni se te ocurra tampoco reducir una sesión para ganar tiempo. Puede que sean solo cinco minutos, pero tu cliente ha pagado por la sesión completa. ¿Que te retrasas? Acércate a saludar en cuanto llegue la siguiente cita y discúlpate. Puedes ofrecerle un café o una copita de champán… Estos detalles son siempre un acierto.
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6 No estás al 100%
Te entendemos: ha sido un día agotador y no puedes más, pero eso no puede mermar tus facultades. Como buen profesional, sabes que el último cliente del día se merece un trato tan fantástico como el primero. Alarga un poco tu descanso y haz acopio de energía antes de la próxima cita.
Pedimos a todos los clientes que dejen una reseña sobre su experiencia para que conozcas su opinión tras el tratamiento. Se incluyen varios aspectos: desde el interior del salón hasta la satisfacción con el tratamiento. Resulta realmente útil. Registra tu negocio para llegar a millones de clientes potenciales que reservan online a través de Treatwell y, después, ¡intenta que no se te olviden todos sus nombres!