Sí, sabemos que con el frío invierno te preocupa más no parecer una cebolla que la depilación. ¡Normal! Pero si te está rondando por la cabeza la depilación láser, en invierno es el momento. Hay muchísimas razones por las que, si apuestas por este tratamiento, es mejor no esperar hasta que llegue el nuevo hit del verano para decidirte. ¿Lista?
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A no ser que vivas en unas interminables vacaciones en una isla perdida del caribe, en invierno nuestra piel suele estar más pálida que nunca. Y oye, ¡que eso tiene sus cosas buenas! Para depilarse con láser es ideal ya que como el contraste con el pelo es mayor (sobre todo con el vello oscuro), se pude trabajar a mayor potencia sin dañar tu piel. ¡Y el resultado será más efectivo!
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2 Que no te pillen las prisas
¡No seas impaciente! El láser no es cosa de dos días, y además depenidendo de cada persona puede requerir más o menos sesiones. Así que no te desesperes, y planifícate con tiempo. Si empiezas en los meses de invierno, tendrás más posibilidades de acabar con las sesiones de cara al verano (ten en cuenta que entre sesión y sesión es recomendable esperar entre seis y ocho semanas).
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3 Un rayo de sol, oh, oh, ¡no!
Después de cada sesión, una de las cosas más importantes es que debes evitar la sobrexposición al sol para proteger tu piel de posibles quemaduras. Así que si no quieres ir cual vampiro por la calle o tener que enfundarte en pantalones largos con un calor de 30 grados, hazlo en invierno. ¡Cuanto antes empieces mejor!
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4 Deja que consulte mi agenda...
Piénsalo: si tu objetivo es el verano, cuanto antes empieces más margen tendrás para tener disponibilidad para reservar las sesiones. ¡Que no te pillen las prisas de último minuto! Planifícate, y tendrás tiempo de sobra para despedirte de esos pelillos, cuándo te vaya mejor.
Como puedes ver, son todo ventajas. Así que si tenías pensado hacerte la depilación láser, aprovecha los meses de frío para ponerte manos a la obra. ¡Y lucirás un resultado perfecto cuando llegue el verano!