Amiga, solo un diamante es para siempre. Bueno, eso y Cuéntame cómo pasó. Pero para todo lo demás, por desgracia, hay un final. Incluidas las uñas shellac. Porque, admitámoslo, llega un momento en el toca quitar el esmalte. Y no hay nadie mejor que los profesionales para hacerlo.
Ellos saben cómo retirar las uñas shellac sin dañar las tuyas y te las dejarán tan brillantes y sanas que ya verás como no querrás hacerte la siguiente manicura hasta que te canses de lucir tus uñas naturales allá a donde vayas.
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1 Lo primero, las herramientas
Es muy importante, a la hora de retirar el esmalte shellac, las herramientas que se van a utilizar. Por eso, lo ideal es ir a un salón a hacerlo ya que ahí disponen de todo lo necesario. Desde la acetona, la lima o el palito de naranjo hasta las cremas y aceites que se utilizarán después para hidratar tus manos. Por no decir que ellos saben cómo utilizarlos…
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2 El truco del limado
Para retirar bien el esmalte shellac, es necesario primero limar la superficie de la uña para quitar la última capa de la manicura. Y esto, si no se hace bien, puede acabar dañando la uña natural. Por eso, es mejor dejarle el mañoso trabajo a los expertos, que ya tienen el truco pillado ?.
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3 La acetona, con ayuda
Para ablandar el esmalte, es necesario poner en cada uña un algondocillo empapado en acetona y envolverla en papel de aluminio. Algo que, hay que admitir, no es cómodo de hacer sola. Mucho mejor con ayuda. Y ya encima si es de un profesional… ¡bingo!
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4 Retirar con cuidado
Y cuando ya la acetona ha hecho efecto y toca retirar el esmalte, hay que saber cómo hacerlo para no estropear la uña natural. En el salón lo harán con cuidado con la ayuda de un palito de naranjo y después te hidratarán las manos y cutículas para dejártelas perfectas y ready para la siguiente manicura.