Tan fácil como una operación matemática: mala limpieza facial más poros obstruidos igual a… ¡Bingo! Puntos negros y granitos. Pero oye, ¿sabes qué? Que esto se puede solucionar en un pis pas, amiga.
Y es que con solo con añadir estos sencillos pasos a tu rutina, no solo evitarás que te salgan espinillas sino que harás que tus poros apenas se vean. Piel firme y uniforme en un abrir y cerrar de ojos. Vamos, que todo el mundo te preguntará cuál es tu secreto. ¿Quieres saberlo? ¡Allá vamos!
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1 Utiliza el vapor para destaparlos
Oye, lo de que el vapor abre los poros es un mito. Pero sí es verdad que el vapor puede ayudar a eliminar la suciedad acumulada en la piel. Hace que los poros saquen hacía fuera la grasa acumulada y así parecen mucho más pequeñitos. Pero lo de que se abren y se cierran, ¡leyenda urbana! ¿Nuestro consejo? Utiliza el vapor una vez a la semana para limpiar tu cara. Y siempre hazlo a una temperatura adecuada para no resecar tu piel.
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2 Límpiate la cara todos los días
Vale, hay noches que llegas a casa después de un largo día y solo quieres tirarte en la cama sin tener que pensar en desmaquillarte. Pero la verdad es que si no te limpias bien la cara, tus poros no transpiran bien por la noche y al final se obstruyen. ¿Resultado? Granitos de buenos días. Límpiate siempre antes de irte a dormir y ya verás como notas la diferencia (así además no ensuciarás la funda de la almohada -que también puede provocarte granitos).
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3 Exfóliate la piel con tratamientos especiales
Para todas esas veces que los poros no son tan fáciles de eliminar con una limpieza facial, ¡no problemo! La microdermoabrasión o un peeling son algunos de los tratamientos que se pueden convertir en tus mejores aliados. ¿Por qué? Porque eliminan la capa más superficial de la cara y retiran toda la suciedad acumulada. ¿Resultado? Una piel libre de imperfecciones en cuestión de segundos. ¿Y lo mejor? Que te los puedes hacer cada mes para lucir un rostro impoluto, ¡hasta el fin de los tiempos!
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4 Y la hidratación que nunca falte
No nos cansamos de decirlo: no hay nada como una piel hidratada. Porque a veces lo que ocurre es que nuestro cuerpo genera más grasa de lo normal cuando tenemos la piel deshidratada y ese exceso de grasa se acumula en nuestros poros. ¿Solución? Darle a nuestra cara la dosis que necesita de hidratación diaria. Et voilà! Los granitos desaparecerán casi por arte de magia.