Sérums, ácidos, exfoliantes, protector solar… ¿Sabes en qué orden tienes que aplicar tus productos de belleza? La rutina facial puede resultar (incluso) más complicada que cocinar una cena para seis personas. Y es que, no se trata únicamente de encontrar los productos adecuados para tu piel, sino que *también* existe un orden específico que debes seguir (a fuego) si quieres que funcionen y den sus resultados.
Para maximizar la eficacia de los ingredientes activos que contienen nuestros productos, hay una regla de oro: empieza siempre con una limpieza profunda y continúa aplicando tus infalibles por orden de ligereza (los más ligeros, primero, los más densos después).
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1 El limpiador
Es, por así decirlo, "la base de la base". Cualquier rutina facial que se precie requiere una piel limpia y libre de impurezas, por lo que un limpiador suave será imprescindible. Si vives en la ciudad, donde la contaminación es más fuerte y ataca la salud de la piel, igual es buena idea que lleves a cabo una doble limpieza para eliminar las toxinas acumuladas. Empieza con un desmaquillante suave seguido de un gel espumoso o una leche limpiadora.
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2 El tónico
Paso esencial (y subestimado) donde los haya. Elimina los últimos restos de jabón, maquillaje e impurezas al tiempo que calma la piel, cierra los poros y prepara la piel para los tratamientos posteriores. Sobran los motivos, ¿verdad?
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3 Exfoliante
Podríamos decir que la exfoliación es el paso más eficaz: notarás los efectos inmediatamente. El uso del exfoliante elimina las células muertas de la superficie de la piel, al mismo tiempo que reduce las rojeces y libera los poros obstruidos. Adiós, puntos negros. Hola, cutis per-fec-to.
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4 El sérum
Este paso está diseñado para cubrir las necesidades específicas de cada piel. Por ejemplo, si la tuya necesita mucha hidratación, el ácido hialurónico es un imprescindible. Existen en el mercado sérums para cualquier problema que pueda surgir en tu piel: pigmentación, rojeces, irregularidades… ¿Lo mejor? Que basta con aplicar tres gotas de sérum antes del siguiente paso.
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5 Contorno de ojos
Otro de los pasos que no pueden faltar en tu rutina: la piel es mucho más fina en la zona del contorno de ojos, de ahí que esta más susceptible reflejando el 'paso del tiempo'. Utilizar la crema adecuada ayudará a reducir las bolsas de los ojos, las ojeras y las líneas de expresión. Aplícala con ligeros 'toquecitos' para estimular la circulación sanguínea en toda la zona.
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6 Tratamiento (específico) anti-acné
Este paso queda reservado para los que sufren erupciones cutáneas. Tanto si te salen 'de pascuas a granos' como si sufres de brotes por toda la cara, este es justo el momento de tratar la zona afectada con un tratamiento antiacné y antiinflamatorio formulado específicamente para ti.
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7 La crema hidratante
Una buena crema hidratante nutre e hidrata la piel y todas las pieles la necesitan, sean mixtas, grasas o secas. La diferencia estriba en el tipo de crema que demanda cada una de ellas: si tienes la piel seca, elije una crema densa y rica en nutirentes, mientras que si la tuya es más bien grasa tendrás que apostar por una más ligera. ¡Listo!
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8 Aceites
Al igual que empleamos aceites capilares para mejorar la salud y apariencia de nuestro pelo, nuestra piel también los necesita para mantener su brillo. Elige un aceite natural y no comedogénico (que no obstruya los poros de la piel), rico en vitaminas y antioxidantes.
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9 Protección solar, imprescindible
Nunca nos cansaremos de repetirlo: una buena protección solar es el secreto de belleza que esconden las pieles que se mantienen jóvenes y sanas. De hecho, dicen que el 'skincare' será el nuevo maquillaje. Y, por si no lo sabías, incluso en los días nublados y en invierno es esencial proteger la piel de los rayos UV del sol (principal responsable del envejecimiento prematuro de la piel). Tu crema con FPS es la mejor crema antiarrugas que existe. Damos fe.
¿Ves cómo el orden de los factores *sí* altera el producto?