¡Barbero! una IPA, por favor. ¿Y si te dijera que tu próxima visita al barbero podría convertirse en la mejor manera de aliviar tensiones mientras juegas al futbolín y disfrutas de una cerveza *bien* fría? Llega la Navidad y -con ella- el bucle de reencuentros entre cenas y aperitivos: tus amigos de la infancia, tu(s) ex y su cum laude en ‘opinología’, la familia que no pudiste ver por culpa de la pandemia… No es por meterte presión pero *este* es el año en el que tienes que sacar tu mejor versión y ¿sabes dónde empieza? En la barbería.
Te presento al mejor afeitado de tu vida (con copa incluida). Bienvenido a “The Gentlemen Experience”.
-Miryam
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1 Un santuario masculino
Nos trasladamos hasta LAB Gentlemen, una barbershop en pleno Battersea (Londres) donde nos recibe Raffaele, su manager. Las paredes destilan nostalgia embotellada; una mezcla perfecta entre talco, cuero, jabón en pastilla y un toque de Brummel, diría yo. Si tuviera que elegir un soundtrack, aquí sonaría "It is a man's world", de James Brown: no cabe duda, nos adentramos en terreno masculino.
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2 Un barbero sabe lo que quieres (mejor que tú)
"Hablamos el mismo idioma" asegura Raff. Esto significa que puedes entrar tranquilamente (con la exactitud que te caracteriza) diciendo "lo quiero igual, pero más corto" o "córtame solo los lados", que un barbero siempre sabe lo que quieres, sea un buzz militar, un "low fade" o un corte más clásico. Están entrenados para cortar con maquinilla, la herramienta principal para cortar el pelo de un hombre, así que podrá pasarte 'a limpio' (de salvaje a gentleman) sin requerir demasiadas explicaciones. Pero si necesitas consejo, ofrecen "barra libre" de asesoría personalizada. No dudes en preguntar.
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3 Licencia para... afeitar
Dicen que el barbero es el único mortal al que permitirás ponerte una navaja en el cuello y -aunque suene contradictorio- puede que este momento se convierta en el ritual más relajante de tu vida. "En primer lugar, preparamos la piel para el afeitado aplicando una toalla caliente con aceites esenciales. Esto ablanda los poros y facilita el afeitado", comenta el manager. Justo lo que necesita tu piel antes de la avalancha de atracones y resacas. Además, su forma de espumar, la destreza milimétrica que tienen para afeitar y la habilidad innata con la que 'le dan caña a la brocha' conseguirán no solo que empieces a llevarte bien con tu barba, sino que tu rentrée navideña resulte im-pe-ca-ble.
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4 Un vínculo inesperado con un denominador común: el 'grooming'
"Deportes, ¿política?, coches, chicas y alguna que otra confesión que siempre guardo bajo secreto profesional", advierte. Todo eso da de sí la barbería. ¿Lo mejor? Que se forman amistades y vínculos inesperados. Aquí todo el mundo tiene voz (y voto), desde los que se ya se acomodan bajo la capa hasta los que todavía esperan su turno acorralando el futbolín. Es más, "muchas veces los clientes entran para 30 min y se quedan más solo por intercambiar historias, que siempre suelen ser interesantes".
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5 A mi un whisky, por favor
Hay vida (y alcohol) más allá del pub. Concretamente, en la BARbería, donde se sirve todo tipo de serotonina líquida: café, cerveza y hasta, por qué no, un buen bourbon desestresante. "Esto hace la espera mucho menos aburrida, alivia tensiones y relaja el ambiente", nos cuenta Raffaele. Ya tienes la excusa perfecta para ponerte a punto sintiéndote parte de un club y no "fuera de lugar" como ocurre, a veces, en las peluquerías convencionales.
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6 Una tradición memorable
La barbería (como la cerveza) es una de esas experiencias que saben mejor en compañía. A veces, los hombres, necesitan realizar actividades juntos para estrechar lazos, ¿verdad? Padres, abuelos, amigos, hermanos e incluso los más pequeños de la familia son bienvenidos a esta guarida pour homme que podría convertirse en una memorable tradición familiar. ¿Y qué mejor época para empezar que las navidades? Ya estás pidiendo cita (x2).
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7 Puede cambiar tus Navidades
Y hasta aquí "The (LAB) Gentlemen Experience". Después de esta experiencia, no vas a volver a ser el mismo. Y no me refiero a que vayas a salir de aquí con un corte preciso y un acabado milimétrico -eso dalo por hecho- sino más bien a la de cosas (nuevas) que incluye tu cambio de imagen (y que van más allá de lo físico). Piénsalo: te has reído, has brindado, has echado una 'partidilla' mientras gozabas de una buena conversación y puede que incluso hayas conocido a tu nuevo mejor amigo y terapeuta: tu barbero. ¿Existe mejor manera de relajarse 30 min antes de empezar el 2022?
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