¿Lavar el pelo al revés? “Pero… ¿en plan?” Pues como lo oyes: si notas que tu pelo está más débil de lo habitual o que se engrasa demasiado rápido después de la ducha, puede que simplemente tengas que cambiar el orden en el que usas tus productos.
Tranquila, sé lo que estás pensando, a mí también me pareció un tanto *chocante* eso de empezar por el acondicionador. Sin embargo, el lavado a la inversa o el reverse hair washing, se ha convertido en una tendencia con miles de adeptos en redes sociales: investigamos los pros y los contras de este fenómeno ¿paranormal?
-Miryam
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1 ¿Qué es el lavado a la inversa?
El lavado 'al revés' consiste, exactamente, en lo que estás pensando. Es decir, en cambiar *completamente* esa rutina que mamá te enseñó con tanto esfuerzo (y paciencia) para, ahora, comenzar aplicando el acondicionador y acabar por el principio: con el champú. ¿Primeras impresiones?
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2 ¿Cómo funciona?
La teoría es la siguiente: los ingredientes activos del acondicionador se absorben mejor en el pelo seco porque sus cutículas están más abiertas y la propia queratina es también mucho más porosa. De esta manera, nuestra melena absorbe más producto y aprovecha al máximo la hidratación que proporciona el acondicionador. ¿El resultado? Tu sueño capilar, cumplido. Un pelo con más volumen y mucho más sano, brillante y elástico.
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3 ¿Para quién es adecuado este método?
Las principales ventajas del reverse hair washing son el extra de hidratación que aporta a nuestro pelo y ese 'efecto volumen' que llevamos esperando desde 1990. Esto hace que lavar el pelo al revés sea un método adecuado para personas con cabellos muy finos y lisos. *Atención, cueros cabelludos (grasos): vosotros también sois el target perfecto porque el lavado inverso elimina más residuos (y, por tanto, más grasa) del pelo. Además, el método también puede funcionar bien en personas con afros debido a la fuerte acción de la la hidratación que se consigue.
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4 Las ventajas
El lavado a la inversa no solo contribuirá a mejorar la salud e hidratación de tu melena, sino también a su recuperación, en caso de que necesites 'salvarla'. El acondicionador tiene el ph necesario como para cerrar la cutícula proporcionando, a tu pelo, el brillo que necesita. Además, aclararlo empleando después el champú hará que nunca (más) quede graso, ya que se elimina por completo el exceso de producto y suciedad.
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5 Cómo hacerlo
Aplica el acondicionador directamente desde el cuero cabelludo hasta las puntas, masajea a fondo y déjalo actuar durante, al menos, cinco minutos. Concéntrate en los dos tercios inferiores de tu melena, ya que es donde se acumula la menor cantidad de sebo natural. Después, retira con agua tibia y lávalo con una pequeña cantidad de champú. Y para terminar, aclara bien y dale un par de días al 'experimento', verás lo que puede hacer por tu melena. O mejor dicho (y a partir de ahora), melenón.