Los músculos duros y tensos requieren un masaje. Si siente que no puede deshacerse del dolor en las articulaciones y los hombros, reserve un buen masaje en un salón, lo antes posible. Unas buenas manos lograrán eliminar al instante los nudos musculares después de un entrenamiento, o el dolor de espalda debido al trabajo en escritorio. Ya sea mediante un masaje de digitopuntura, diseñado para actuar sobre las capas musculares más profundas, o una calmante sesión de aromaterapia, un buen masajista hará que se sienta distendido, renovado y absolutamenterelajado. Y no se preocupe si está embarazada o sufre una lesión: existen muchas técnicas de masajes específicas. El masajista está capacitado para adaptar la experiencia a sus necesidades personales.
Cualquier masajista correctamente formado sabrá liberarlo de los dolores. Pero siempre deberá indicarle previamente sus expectativas, la intensidad deseada y las zonas de tensión donde quiera que se concentre. Puede personalizar el tratamiento seleccionando algunos aceites de aromaterapia para relajar, calmar y distender el cuerpo y la mente. Los masajes no solo sirven para eliminar el dolor; también representan una excelente forma de consentirse.
Apenas ingrese al salón de masaje, comenzará a sentirse relajado. La música tranquila, la decoración calmante y un auténtico ambiente zen inundan de paz los sentidos, ¡y todo esto antes de entrar en la sala de tratamiento! Así pase como un rayo para un masaje exprés a la hora del almuerzo o reserve noventa minutos para disfrutar a fondo, el masajista garantizará que se sienta cómodo y relajado, desde el comienzo hasta el fin. Algunos tratamientos se realizan sentados en una silla especial, mientras que otros se efectúan en una camilla tradicional. Más allá del masaje elegido, el resultado final será siempre el mismo: ¡relajación máxima!