¿Desea descubrir un tratamiento de belleza diferente? Diríjase al baño turco más próximo (la versión turca del hammam marroquí) para disfrutar de una sesión gratificante tradicional que le brindará un resultado sensacional.
Inspirado en los rituales de los baños romanos, el baño turco consiste en una sala con vapor donde se puede relajar, descansar y disfrutar de un ritmo más lento, alejado del estrés. Surgido en el año 600 a.C., el tratamiento se ha convertido en un modo de vida en muchos países mediterráneos, cuyos habitantes frecuentan la casa de baño del barrio semanalmente en busca de tranquilidad, rejuvenecimiento y un poco de vida social. ¡Por algo les gustaba tanto a los romanos!
Experimente costumbres de belleza remotas, creadas para reavivar la mente y suavizar la piel, mientras se transporta hacia otro mundo, lejos de las tensiones diarias.
¿QUÉ ESPERAR?
La sesión comenzará en el hall de ingreso, donde le mostrarán los vestuarios y le ofrecerán una taza de té o una bebida fresca, según lo desee. Una vez que haya tomado su tiempo para relajarse y calmarse, el masajista le guiará a la zona de transición, donde le entregarán toallas y le darán unos minutos para adaptarse al calor.
De ahí pasará al baño turco propiamente dicho, una cámara de vapor con diversas placas de mármol tibias, aroma a mentol y una fuente. La mayoría de los baños han sido creados a la imagen de las salas de vapor tradicionales de Estambul. En su interior encontrará luz tamizada, música suave, mosaicos y muros bellísimos, a menudo adornados con estampados y adornos de inspiración árabe.
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A continuación, será el momento de iniciar el tratamiento. ¡Comienza la auténtica diversión! Su masajista, llamado también tellak, le pedirá que se acueste boca abajo sobre una placa de mármol, para luego verterle agua tibia y friccionar su piel con un jabón exfoliante rico en minerales. Luego, le limpiará el cuerpo de la cabeza a los pies, retirando toda la piel muerta y dejando su piel absolutamente suave. Un tratamiento excepcional para los poros, con un único objetivo: verse y sentirse revitalizado. Feliz.
BUENO A SABER
Puede disfrutar de la experiencia solo o entre amigos. Sea cual sea el baño turco que pruebe, los productos utilizados en el tratamiento serán frescos, fragantes y fantásticos, sin ninguna duda.
En muchos sitios le ofrecerán un champú y una mascarilla facial antes de tomar una ducha y pasar a la sala de relajación para tomar refrescos y reposarse un poco más. Sentirá su piel energizada, su cuerpo en calma y su mente descansada. ¿Qué más se puede pedir?
Para una auténtica experiencia de spa mediterráneo, disfrute de un baño turco. No se desilusionará, confíe en nosotros.