Popularizadas por los antiguos griegos y romanos, las salas de vapor se han usando durante siglos por sus numerosos beneficios para la salud y la estética. Por este motivo todavía se utilizan hoy; se dice que el calor húmedo que el cuerpo absorbe en una sauna facilita la curación y mejora el bienestar físico, mental y emocional. Este antiguo tratamiento está también diseñado para provocar la sudoración, lo que proporciona numerosos beneficios, desde el alivio del dolor hasta una mejor circulación sanguínea. Utilizando calor húmedo en una sala cerrada, la temperatura y humedad del aire se consigue bombeando vapor, que normalmente proviene de un gran generador con agua que produce vapor con un alto nivel de humedad.
¿QUÉ ESPERAR?
Usando un método distinto pero conservando las mismas propiedades curativas, la sauna cultiva calor seco para ayudar a tu cuerpo a poner en marcha su proceso natural de desintoxicación y expulsar las impurezas de la piel. Con una temperatura mucho más alta que las salas de vapor, las saunas utilizan estufas de leña, calentadores eléctricos o lámparas de infrarrojos para irradiar calor seco en toda la sala. Además de ser una estupenda manera de contribuir a la eliminación de las toxinas del cuerpo, las saunas también ayudan a aumentar la estimulación muscular relajando las articulaciones y permitiendo una rápida reparación y recuperación.
Este antiguo tratamiento está también diseñado para provocar la sudoración, lo que proporciona numerosos beneficios, desde el alivio del dolor hasta una mejor circulación sanguínea.
¿ES PARA MÍ?
Entonces, ¿qué beneficios tiene todo este calor para la salud? Al encerrarte en una sala llena de calor o vapor, tu cuerpo se calienta de manera natural y empieza a transpirar. Uno por uno, los poros empiezan a abrirse, lo que a su vez hace que el cuerpo empiece a excretar residuos metabólicos mediante pequeñas gotas de sudor. Se estima que es posible eliminar hasta un 30 % de desechos corporales mediante la sudoración. Por otro lado, además de contribuir a la eliminación de las desagradables toxinas de la piel, las salas de vapor y las saunas también son ideales para acelerar el pulso, ya que el calor tiene un efecto estimulante en el sistema cardiovascular. Al estimular la circulación sanguínea, los pequeños vasos sanguíneos de la piel se expanden aumentando la cantidad de nutrientes que pueden absorber, esto es lo que hace que tengas un aspecto tan fresco y saludable cuando sales de la sala.
BUENO A SABER
Las salas de vapor y las saunas son muy comunes en los spas y los centros de deporte y bienestar. Son una parte integral de los tratamientos hidroterapéuticos y se pueden utilizar hasta tres veces por semana para potenciar un buen estado de salud y bienestar general. A menudo, el código de conducta varía dependiendo del centro pero, en general, debes ponerte un traje de baño y no están permitidas ni las joyas, ni los zapatos, ni el maquillaje.
